El Universal
Puebla, MĂ©x.- SĂ, tengo hambre -admitiĂł el periodista michoacano Irineo Mujica Arzate- pero de justicia. Tengo sed de que se castigue a quienes son responsables. No vamos a permitir que sigan haciendo esta mugre porque son servidores pĂșblicos y no pueden seguir golpeando periodistas ni a los centroamericanos.
El reportero que fue agredido por funcionarios del Instituto Nacional de MigraciĂłn (INM) alcanzĂł nueve dĂas de ayuno frente a la sede de la dependencia en Puebla.
Su rostro luce completamente cansado, los labios que hace unos dĂas sĂłlo eran blanquecinos hoy estĂĄn ulcerados, es notablemente mucho mĂĄs delgado, pero una nueva fuerza lo impulsĂł este domingo.
Alrededor del medio dĂa un grupo de reporteros poblanos se solidarizĂł con su lucha. Con pancartas y gestos de fraternidad, los informadores iniciaron un plantĂłn para exigir respeto a las garantĂas ciudadanas de Mujica.
MĂĄs de diez comunicadores redactaron un manifiesto en el que exigen dar pronta soluciĂłn a las demandas de Irineo, pero tambiĂ©n exponen los principales desafĂos del ejercicio periodĂstico en la entidad.
Gritando consignas como ‘¡DevuĂ©lvanle su equipo!' e ‘Irineo, escucha, estamos en tu lucha' fotoperiodistas y reporteros de medios digitales, impresos y radiofĂłnicos locales pidieron a los gobiernos federal, estatal y municipal atender al agraviado.
Los informadores acudieron por distintas razones, la primera el respeto a la labor del documentalista quien precisamente realizaba una compilaciĂłn sobre la travesĂa de migrantes centroamericanos que pretenden cruzar la frontera con Estados Unidos cuando fue amedrentado y despojado de su equipo de video, dinero en efectivo y el material recabado.
Entre otras se enlistan la indiferencia hasta ahora mostrada por el INM pese a los nueve dĂas de abstenciĂłn alimenticia, los abusos de agentes federales y policĂas municipales de Puebla.
Pero el mĂĄs importante, quizĂĄ, la peticiĂłn a los diferentes niveles de gobierno para garantizar un escenario Ăłptimo en el que la libre manifestaciĂłn de ideas sea mĂĄs que una utopĂa.
Los reporteros poblanos pegaron algunos cartones que satirizan la intervenciĂłn del INM en operativos contra indocumentados, tambiĂ©n portaron algunas cartulinas en las que abogaron por la extinciĂłn de la censura y el fin al acoso sexual a mujeres del periodismo. Permanecieron varias horas en el lugar, pese al frĂo que otorgĂł el nublado dĂa.
UN CUERPO SIN FUERZAS Y LA SOBERBIA BUROCRĂTICA
¿CĂłmo te sientes con el apoyo de periodistas poblanos?
-Me siento con mĂĄs fuerza aunque mi cuerpo ya no. Me da ĂĄnimos para seguir, cuando vemos la soberbia del Instituto de MigraciĂłn.
¿CuĂĄl es la oferta que hace la dependencia?
-Se siguen burlando de mĂ, pregunto si valdrĂĄ la pena, yo sigo y digo que sĂ. Lo que interesa es que se les haga responsables de las agresiones, que haya una disculpa pĂșblica.
ExplicĂł que el ayuntamiento de Puebla le ofreciĂł una indemnizaciĂłn cercana a los 4 mil pesos, luego de que el sĂĄbado 17 de julio la PolicĂa Municipal lo aprehendiera violentamente por ‘alterar el orden pĂșblico' sĂłlo por iniciar su huelga de hambre.
No obstante, el INM no ha entablado una negociaciĂłn seria y sĂłlo se dedica a desestimar los argumentos del reportero independiente.
INM MANIPULA LOS HECHOS
Mujica Arzate enfatizĂł que hasta ahora el INM, a cargo de Cecilia Romero Castillo, ha intervenido ineficazmente en el caso.
Al punto tal, continuĂł, de negar los golpes que presumiblemente le fueron propinados por agentes del organismo y de los cuales aĂșn conserva los hematomas.
Ademås de que no se ha definido el paradero de su equipo de video y mucho menos del material grabado justo cuando los funcionarios maltrataban a migrantes salvadoreños durante un operativo realizado en Soltepec, Puebla.
"Le digo bien a Cecilia Romero Castillo (delegada del INM) que si me trae una propuesta la traiga pero no venga a burlarse de mĂ. Ya estamos hartos de la misma porquerĂa no aprobamos este tipo de acciones, dicen que no me golpearon y fueron jaloneos, los jaloneos no dejan marcas", concluyĂł.
Puebla, MĂ©x.- SĂ, tengo hambre -admitiĂł el periodista michoacano Irineo Mujica Arzate- pero de justicia. Tengo sed de que se castigue a quienes son responsables. No vamos a permitir que sigan haciendo esta mugre porque son servidores pĂșblicos y no pueden seguir golpeando periodistas ni a los centroamericanos.
El reportero que fue agredido por funcionarios del Instituto Nacional de MigraciĂłn (INM) alcanzĂł nueve dĂas de ayuno frente a la sede de la dependencia en Puebla.
Su rostro luce completamente cansado, los labios que hace unos dĂas sĂłlo eran blanquecinos hoy estĂĄn ulcerados, es notablemente mucho mĂĄs delgado, pero una nueva fuerza lo impulsĂł este domingo.
Alrededor del medio dĂa un grupo de reporteros poblanos se solidarizĂł con su lucha. Con pancartas y gestos de fraternidad, los informadores iniciaron un plantĂłn para exigir respeto a las garantĂas ciudadanas de Mujica.
MĂĄs de diez comunicadores redactaron un manifiesto en el que exigen dar pronta soluciĂłn a las demandas de Irineo, pero tambiĂ©n exponen los principales desafĂos del ejercicio periodĂstico en la entidad.
Gritando consignas como ‘¡DevuĂ©lvanle su equipo!' e ‘Irineo, escucha, estamos en tu lucha' fotoperiodistas y reporteros de medios digitales, impresos y radiofĂłnicos locales pidieron a los gobiernos federal, estatal y municipal atender al agraviado.
Los informadores acudieron por distintas razones, la primera el respeto a la labor del documentalista quien precisamente realizaba una compilaciĂłn sobre la travesĂa de migrantes centroamericanos que pretenden cruzar la frontera con Estados Unidos cuando fue amedrentado y despojado de su equipo de video, dinero en efectivo y el material recabado.
Entre otras se enlistan la indiferencia hasta ahora mostrada por el INM pese a los nueve dĂas de abstenciĂłn alimenticia, los abusos de agentes federales y policĂas municipales de Puebla.
Pero el mĂĄs importante, quizĂĄ, la peticiĂłn a los diferentes niveles de gobierno para garantizar un escenario Ăłptimo en el que la libre manifestaciĂłn de ideas sea mĂĄs que una utopĂa.
Los reporteros poblanos pegaron algunos cartones que satirizan la intervenciĂłn del INM en operativos contra indocumentados, tambiĂ©n portaron algunas cartulinas en las que abogaron por la extinciĂłn de la censura y el fin al acoso sexual a mujeres del periodismo. Permanecieron varias horas en el lugar, pese al frĂo que otorgĂł el nublado dĂa.
UN CUERPO SIN FUERZAS Y LA SOBERBIA BUROCRĂTICA
¿CĂłmo te sientes con el apoyo de periodistas poblanos?
-Me siento con mĂĄs fuerza aunque mi cuerpo ya no. Me da ĂĄnimos para seguir, cuando vemos la soberbia del Instituto de MigraciĂłn.
¿CuĂĄl es la oferta que hace la dependencia?
-Se siguen burlando de mĂ, pregunto si valdrĂĄ la pena, yo sigo y digo que sĂ. Lo que interesa es que se les haga responsables de las agresiones, que haya una disculpa pĂșblica.
ExplicĂł que el ayuntamiento de Puebla le ofreciĂł una indemnizaciĂłn cercana a los 4 mil pesos, luego de que el sĂĄbado 17 de julio la PolicĂa Municipal lo aprehendiera violentamente por ‘alterar el orden pĂșblico' sĂłlo por iniciar su huelga de hambre.
No obstante, el INM no ha entablado una negociaciĂłn seria y sĂłlo se dedica a desestimar los argumentos del reportero independiente.
INM MANIPULA LOS HECHOS
Mujica Arzate enfatizĂł que hasta ahora el INM, a cargo de Cecilia Romero Castillo, ha intervenido ineficazmente en el caso.
Al punto tal, continuĂł, de negar los golpes que presumiblemente le fueron propinados por agentes del organismo y de los cuales aĂșn conserva los hematomas.
Ademås de que no se ha definido el paradero de su equipo de video y mucho menos del material grabado justo cuando los funcionarios maltrataban a migrantes salvadoreños durante un operativo realizado en Soltepec, Puebla.
"Le digo bien a Cecilia Romero Castillo (delegada del INM) que si me trae una propuesta la traiga pero no venga a burlarse de mĂ. Ya estamos hartos de la misma porquerĂa no aprobamos este tipo de acciones, dicen que no me golpearon y fueron jaloneos, los jaloneos no dejan marcas", concluyĂł.