Agencia MANL
Toluca, Méx.- Los estudios de diversas organizaciones económicas y sociales, incluso de Estados Unidos, coinciden en que la pobreza en 20 años de Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha aumentado significativamente y el crecimiento del PIB es menor en México que con los vecinos del norte, afirmó la secretaria de la Comisión Especial de Asuntos Alimentarios, Julisa Mejía Guardado.
A esto, agregó, se suma el veto a la compra de productos mexicanos como el aguacate, el limón, y atún, y otros que por prácticas proteccionistas no se pueden vender a los socios del norte.
De manera, dijo, “somos los socios que aportamos mano de obra barata y materia prima diversa a Estados Unidos y Canadá, cuyo resultados los favorecen más a ellos que a México”.
La revisión de los capítulos del TLCAN no fueron temas tratados en la Cumbre de Toluca, porque como socios debemos tener libre tránsito de personas, productos, transporte, mercancías y demás como ocurre con los países miembros de la Unión Europea, puntualizo.
Mejía Guardado mencionó que es tiempo de que México deje de ser el traspatio del norte para convertirnos en verdaderos socios con los mismos derechos, para que no sea como en la época del porfiriato, en que un grupo minúsculo de exportadores sean los que se beneficien con lo poco que se comercia.
Citó el estudio del “Center for Economic and Policy Research (CEPR)”, con sede en Washington, que concluye que la pobreza sigue estable y los salarios se estancaron en México en los 20 años del TLCAN, cuando el acuerdo prometía impulsar el crecimiento de México y generar nuevos puestos de trabajo, pero no estuvo a la altura de las expectativas.
Subrayó que uno de los sectores más afectados por el Tratado de Libre Comercio que el campo mexicano, donde de acuerdo al estudio citado, 5 millones de agricultores fueron desplazados por los productores norteamericanos del maíz y dos millones de campesinos perdieron sus empleos.
De ahí, agregó, que lejos de beneficiarlos el TLCAN nos ha perjudicado y por ello la burbuja bursátil de 2000 en Estados Unidos y la recesión de 2008, nos pegó por los vínculos con el país del norte.
Por ello, la legisladora cree que debe revisarse de manera integral el tratado, sacar enseñanzas del mismo, no alabar cosas que no sucedieron, así como del manejo de otras zonas económicas del mundo, para en verdad convertir a América del Norte en una zona donde el disfrute del comercio beneficie a todos por igual y en particular a las familias mexicanas que en la mesa ven reflejado los malos resultados que se han tenido.
De ahí que concluya que la cumbre de Toluca solo fue para la foto y para que los vecinos del norte aplaudieran las reformas que les abren las puertas de las riquezas de México a sus empresas trasnacionales.
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