Agencia MANL
Hoy el país presenta una situación de crisis en todos los órdenes de la vida social y económica que nos rebasa. Quienes ahora cuentan con cuarenta años de edad sólo saben de crisis, han vivido en esa permanente crisis que lacera, que aniquila el espíritu. Es toda una generación que ha procreado ya a otra, que a su vez está por construir una nueva familia. Dos generaciones sin esperanza en su futuro, tres generaciones de la crisis.
En los últimos sexenios los diversos gobiernos federales, pretendieron salir del estancamiento instrumentando políticas neoliberales que han creado desempleo, reducción de los salarios reales y de los sistemas de seguridad social; han desaparecido miles de empresas medianas y pequeñas; millones de familias han sido lanzadas a actividades irregulares, al comercio ambulante: a la calle, para buscar su sobrevivencia.
En el país hay cada día más inequidad: al tiempo que una minoría se hace cada vez más rica, el número de pobres abarca a la mayoría de la población.
Hay, en el país, más de 18 millones de mexicanos cuyos ingresos no les alcanza siquiera para comer; de esos, en el estado de México existe 1 millón setecientos mil personas que el día de hoy no tienen que llevarse a la boca, casi es el diez por ciento nacional.
Los resultados son contundentes. Los últimos gobiernos han fracasado. El clima de violencia que vive el país por el narcotráfico y el crimen organizado se ha incubado en la pobreza, la desintegración social pero, sobre todo, en la corrupción de la autoridad. Que no vengan con amnesia los priistas, bien saben que prohijaron durante décadas a los cárteles que hoy nos asolan.
Los gobiernos del PAN han fracasando porque se han limitado a continuar las políticas de los gobiernos anteriores, por eso la miseria de la población crece, por eso el pueblo está enojado y por eso ya no soporta más.
El PRD ha sido siempre crítico y no tenemos porqué dejar de serlo. Debemos seguir señalando errores y desviaciones. Pero desde ahora debemos crear nuestra ruta y marcar prioridades, hablando de nuestro Estado.
Nuestra entidad vive un estado de emergencia que nos exige actuar con suma inteligencia. En verdad no creo que el camino sea fomentar el odio y el divisionismo entre nosotros
Por eso, creo, nadie puede venir y agenciarse el derecho de decidir por todas y todos nosotros, con cálculos que no sean estrictamente los que nos marquen nuestras necesidades. Aquí debemos ubicar con precisión al enemigo, al contendiente político. Que no se confunda nadie, que no nos divida nadie, el enemigo no está en nuestras filas, un verdadero compañero perredista no trata de destruir a otro perredista para ganar espacio o posición. Por eso les propongo que hagamos un pacto de unidad mexiquense con todas aquellas personas progresistas, sí, pero antes, el primer pacto de unidad, debe ser entre nosotros las y los perredistas.
Debemos estar alertas, unirnos, hacer causa común para detener a aquellos que habiendo estado en el poder, en la presidencia de la República, durante más de setenta años, y en la gubernatura de nuestro estado por más de ochenta años, que se llenaron las manos de privilegios a través de la corrupción y el mal gobierno, hoy acechan para aprovechar la desesperanza del pueblo y regresar a los pinos a profundizar la inequidad y disminuir los derechos ciudadanos del pueblo.
Yo les pregunto, ¿creen ustedes que con un personaje de cartulina y gel, México saldrá adelante?
Por eso, es el momento que los partidos que estén por la democracia, por ampliar los derechos ciudadanos, por mejorar las condiciones de vida de los más pobres, por terminar con la corrupción y la inseguridad dejen a un lado sus intereses particulares, las ambiciones personales y de grupo.
Porque en las condiciones actuales de nuestro estado, y ante las asechanzas del autoritarismo, ningún partido progresista puede por sí solo modificar las circunstancias convocando a la población para llegar al gobierno.
El reto es enorme, nos supera en lo individual, y sólo la unidad de la sociedad nos puede llevar al triunfo. Es momento de dejar a un lado los protagonismos personales, es momento de la generosidad y de la unidad. La división sólo favorece al viejo régimen, la división sólo favorece a Enrique Peña Nieto.
La unidad es la señal que esperan las mujeres, el campesino, el joven, el empresario, el desempleado, para movilizarse y transformar al país.
Hoy debe ser la hora de los ciudadanos y no de los partidos, debe ser el momento de buscar al mejor ciudadano para impulsarlo como candidato para construir el mejor gobierno.
La generosidad de los partidos políticos progresistas, hoy tiene que expresarse mediante un esfuerzo elemental, que estos partidos mantengan sus propios programas y aporten cada uno su participación en torno a un programa común para el bienestar de las y los mexiquenses.
Ciudadanas y Ciudadanos
Compañeras y compañeros
Amigas y amigos todos:
En el Estado de México de los últimos veinte años, hemos venido construyendo, ciudadanos, organizaciones de la sociedad civil, sindicatos, empresarios, intelectuales y partidos políticos, una profunda transformación de las instituciones políticas a fin de consolidar una real democracia a la que tenemos derecho todos.
Se han creado nuevas instituciones y empoderado a los ciudadanos, particularmente nos esforzamos en garantizar y proteger el derecho fundamental de toda democracia: el voto.
En el Estado de México también avanzamos, tanto en la conformación de instituciones como en la participación cívica de los ciudadanos.
Defender dichos avances e incrementar los derechos de los mexiquenses, es una tarea que no admite claudicación alguna. No obstante, las oligarquías siempre anhelan el pasado de privilegios e inequidades; así ha ocurrido a lo largo de la historia de México, pero de igual forma y con mayor magnitud los ciudadanos conscientes, siempre hemos salido a defender las conquistas sociales del pueblo de México.
El gobierno del estado y en particular Enrique Peña Nieto, representan a las formas más arcaicas y de regresión política del país. Es un grupo inspirado en la corrupción del poder económico y político cuyo objetivo es la monopolización del ejercicio del poder a costa de todo y de todos. Gobiernan mal, y las cifras oficiales así lo demuestran.
Siendo el estado de México la entidad más poblada del país y con un PIB que supera a varias naciones centroamericanas y a la mayoría de los estados de la República, en las cuentas oficiales aparecemos en los últimos lugares en salud, educación, vivienda, seguridad pública, transporte, transparencia, producción agropecuaria y con un declive constante en los últimos diez años y, hasta el día de hoy, en la riqueza producida y en la capacidad industrial.
Por ello, frente a esa oligarquía que tiene nombre, el grupo Atlacomulco, es imperativo escuchar a los ciudadanos del estado y asumir valientemente las decisiones populares.
Hoy los ciudadanos mexiquenses nos exigen a los partidos políticos que pongamos a su disposición nuestros registros, a fin de conducir por la vía institucional, electoral, la lucha por la defensa de los derechos sociales, de las garantías individuales, del combate a las desigualdades que generan la pobreza.
La eliminación de las candidaturas comunes y otros aspectos regresivos de la legislación electoral de la entidad, es un paso más en el conjunto de agravios sociales cometidos por EPN contra la democracia y el pueblo mexiquense.
Por eso el próximo martes acudiremos a la Suprema Corte de justicia de la Nación a interponer una Acción de inconstitucionalidad, para echar abajo el capricho de Peña.
Que por cierto, antes, mucho había negado su participación, y hace unos días en el programa de Carlos Marín reconoció, con cinismo, que él había sido el autor intelectual, por eso le decimos peña Nieto, que su ley no pasará.
Hoy los partidos comprometidos con la democracia estamos obligados a conformar un frente para darle desarrollo económico, social, democrático y de seguridad al estado. Un frente para derrocar al grupo Atlacomulco, que tanto daño nos ha causado.
Por eso, yo les pregunto a todas y todos ustedes ¿están de acuerdo en que unamos energía, inteligencia y corazón para derrotar al grupo Atlacomulco?
¿Están de acuerdo en que busquemos a todos los partidos políticos y organizaciones sociales, demócratas del estado para conformar un frente de centro que derrote a los corruptos del estado de México?
Por eso yo, como presidente del PRD en el estado de México, convoco con humildad, con sinceridad, a Andrés Manuel López Obrador, a que actúe en congruencia con las necesidades de los mexiquenses.
Lo convoco a que en un acto de grandeza de persona deje el individualismo y vea por las y los mexiquenses. A que reconozca a estas mujeres y hombres que hoy luchan contra la corrupción del grupo Atlacomulco y deje atrás el interés personal y de grupo, y en cambio a que vele por la unidad, por la fraternidad de los mexicanos.
Unamos nuestras voluntades para superar los grandes desafíos, empleos, bienestar, salud y vivienda digna, superación de la pobreza extrema y transición democrática.
Llegó la hora de cerrar filas en torno a un proyecto progresista, hagamos a un lado nuestros temores y fobias, unámonos ya, digamos basta al autoritarismo, digamos basta al grupo Atlacomulco.
Precisamente hoy, en pleno año 2010, a doscientos años del grito de Dolores y a cien de la expedición del Plan de San Luis, desde esta ciudad de Toluca de Lerdo impulsemos el PLAN PARA LA CONSTRUCCIÓN DEL GRAN PROYECTO PROGRESISTA EN LA EQUIDAD, LA LIBERTAD, LA DEMOCRACIA Y LOS DERECHOS SOCIALES.
¡¡VIVA MÉXICO!!
¡¡VIVA EL ESTADO DE MÉXICO!!
¡¡VIVA EL PRD!!
¡¡VIVA LA UNIDAD MEXIQUENSE!!