Delfina Martínez, vecina de Toluca, acude a los hospitales Nicolás San Juan y Adolfo López Mateos para llevar sin costo alguno comida y bebidas calientes a cientos de personas que esperan afuera, muchas veces por largos días, para estar pendientes del estado de salud de algún familiar internado. “Queremos acompañarlas en sus tristezas y animarlas para que tengan un momento de aliento y, aparte, darles un trocito de pan y un poquito de beber”, afirma.
Los recursos, como ella dice, son providenciales. No manejan dinero, sólo donativos en especie. Aunque recibe apoyo económico de parte de sus cinco hijos y algunas personas que la socorren, la señora Delfina, de 71 años, anima a que la apoyen de otra manera: “No me den dinero, denme azúcar, arroz, frijolitos, algo que yo pueda cocinar”, ya que en una sola comida se van cinco kilos de frijol, cinco kilos de arroz, para brindar alimento a más de 200 y a veces hasta 400 personas que se acercan, contando los dos hospitales.
Con el paso del tiempo, la señora Delfina ha logrado formar un grupo voluntario llamado “Hermanos a la obra”, con personas provenientes de diversos lugares como Pilares, Capultitlán, Ixtlahuaca, San Mateo Otzacatipan, San Lorenzo y el Distrito Federal, entre muchos otros, que se dividen en siete subgrupos que proveen alimentos afuera de los nosocomios, ya sea a la hora de la comida o de la merienda.
Asimismo, “la güerita”, como la llaman cariñosamente, hizo un llamado a las personas a que participen en el certamen municipal denominado Reconocimiento al Ciudadano Ejemplar. “Un tesoro no lo es hasta que se descubre, que den ese paso para que la gente los conozca, que sepan qué es lo que están haciendo y convertirse en ejemplo para lograr un efecto multiplicador en toda la sociedad”, expresó.
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