Toluca, Méx.- Desde hace 15 años, en el Estado de México no se registra un solo caso de tuberculosis meníngea y la entidad mantiene la segunda tasa de mortalidad más baja del país por infección pulmonar, debido a la amplia cobertura de vacunación y las estrategias de prevención y detección oportuna.
En el marco del Día Mundial de la Tuberculosis, celebrado este 24 de marzo, el subdirector de epidemiología del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), Rafael Ortiz García, señaló que cada año en la entidad se aplican más de 195 mil vacunas Bacillus Calmette-Guerin (BCG) a niños menores de 5 años.
“La BCG se incluye en el esquema básico de la cartilla de vacunación para ofrecer inmunidad a todos los recién nacidos del Estado de México. Esta vacuna se aplica sólo una vez por vía intradérmica en el hombro derecho”, dijo.
El especialista detalló que de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el país hay 20 mil casos nuevos al año, de los cuales mueren 2 mil. Sin embargo, la entidad se ubica en el segundo lugar a nivel nacional con las tasas de incidencia más baja.
“Aunque es una enfermedad muy difícil de erradicar, en el Estado de México tenemos una de las tasas de incidencia más bajas del país, ya que apostamos a la prevención y a la oportuna detección de la bacteria antes de que se propague”, aclaró.
Ortiz García aseguró que la tuberculosis es una enfermedad infecciosa provocada por una bacteria que se transmite de persona a persona a través del aire o la saliva. Puede afectar a cualquier tejido en el cuerpo pero en 85 por ciento de las veces se aloja en los pulmones.
“La bacteria que origina este padecimiento puede estar latente en el organismo sin que se presenten síntomas, sin embargo, desde el ISEM promovemos la detección temprana. Si algún ciudadano tiene tos más de 15 días, presenta baja de peso gradual, fiebre o sudores nocturnos, debe acudir de inmediato al médico para descartar un posible contagio de tuberculosis”, refirió.
El epidemiólogo añadió que los mexiquenses con enfermedades crónicas degenerativas como diabetes, SIDA o mayores de 65 años presentan defensas bajas en su organismo, por lo que deben estar atentos ante cualquier sintomatología.
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