Atlacomulco, Méx.- La irresponsabilidad, el capricho, la ilegalidad, la ausencia de entrega a la tarea pública y la falta de honradez son vicios que hay que combatir implacablemente para ofrecer un servicio profesional y de calidad a la ciudadanía, donde los servidores públicos actúen con lealtad, honradez y humanismo, expresó Wilfrido Hernández Torales.
Al impartir una conferencia a los defensores de derechos humanos de la zona norte de la entidad, el académico de la Universidad Iberoamericana, expuso que hoy en día, la sociedad reclama de los servidores públicos, lealtad, sinceridad y humanismo, por ello, se deben desempeñar en estricto apego a las normas morales, con eficiencia, y claro sentido de la dignidad, además de ser testimonio y testigos de la verdad.
Hernández Torales, manifestó que en la función pública no basta con querer ser una persona que sirva, también es importante comportarse de manera adecuada, señaló.
Un hombre ético, aseguró, es aquel que ayuda y constantemente se pregunta cómo hacer para que a las personas a las que sirve se vayan satisfechas, esa es una obligación moral básica de todo servidor público, aseveró.
Ante los Ombudsman municipales del norte mexiquense, indicó que en la medida de lo posible los servidores públicos deben hacer suyos los problemas de los ciudadanos, de lo contrario serán funcionarios sin moral y sin humanismo, por el contrario, su deber es hacer sentir a la gente que les interesan, ser eficientes, mencionó.
Dijo que combatir la corrupción sólo es posible a partir del fortalecimiento de la moral individual, de la eficiencia de las normas y de las instituciones, y en esa tarea los funcionarios públicos juegan un papel fundamental, siempre y cuando realicen sus actividades con lealtad, responsabilidad y amor al ciudadano, concluyó.
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