Toluca, Méx.- Gerardo Montfort Ramírez, Director de Asuntos de Indígenas en Reclusión de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, afirmó que para construir una sociedad plural, democrática e incluyente, es necesario buscar nuevas vías para relacionarse con los pueblos indígenas y mejorar su calidad de vida.
Al dictar una conferencia en la Comisión de Derechos Humanos de la entidad, el especialista en atención a los pueblos originarios de la CNDH, advirtió que en el trabajo profesional, no se pueden repetir rutinas ineficaces, sino hay que arriesgarse, en especial en aquellas áreas que históricamente han sido olvidadas, a fin de lograr una atención adecuada a las necesidades de cada sector, de ahí que deban abrirse nuevas vías de relación con los pueblos indígenas, adecuándolas a la diversidad.
Explicó que cada día se evidencia más, que la diversidad cultural y lingüística de México, así como las diferencias de género, religiosas, ideológicas y de capacidades, entre otras, han sido una realidad negada, desatendida y mal entendida en las políticas públicas, ya que éstas fueron diseñadas de forma monocultural y monoparlante, por lo que no responden a la realidad policultural del país ni actúan a favor de la diversidad.
En compañía de la Secretaria General de la CODHEM, Rosa María Molina de Pardiñas, dijo que históricamente se colocó a los integrantes de los pueblos indígenas en una situación de vulnerabilidad, desventaja y fragilidad, lo que conllevó a cambiar sus patrones de comportamiento original.
Por tanto, puntualizó que los funcionarios públicos deben tener otro punto de vista, otras concepciones del mundo y borrar de sus mentes el supuesto de que sus ideas son las mejores o las únicas posibles.
Cuestionó que muchas veces, sin ser conscientes, desprecian las lenguas y culturas de los llamados “diversos”, por tanto, el reto de los servidores públicos es saber qué pueden hacer y con qué pueden contribuir, ya que para formar una nueva sociedad, se debe conocer y reconocer a la diversidad, lograr el diálogo intercultural y hacernos cada vez más iguales.
Durante la clausura del Primer Curso Superior de Derechos Humanos, Cultura y Lenguas Indígenas, Rosa María Molina de Pardiñas resaltó que esta actividad sirvió para promover una formación profesional relacionada con el respeto y la tolerancia, además de contribuir a la promoción, difusión y defensa de los derechos humanos en pueblos y comunidades indígenas.
Se dijo segura de que surgirán propuestas que permitirán ser corresponsables en la tarea de mejorar la calidad de vida de las mujeres y hombres que padecen la marginación en los grupos originarios, y exhortó a trabajar de forma conjunta, en la construcción del país que todos queremos.
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