Toluca, Méx.- El Gobierno del Estado de México, a través del Sistema de Desarrollo Integral para la Familia (DIFEM), se unió al festejo de la milenaria celebración del Día de Muertos.
Alrededor de las 18:00 horas las voces se dejaron escuchar: ¡Me da mi calaverita! En eso momento las puertas de la Casa Estado de México se abrieron para recibir a pequeños personajes fantásticos y de ultratumba, entre ellos zombies, vampiros, momias, brujas, calaveras, fantasmas, diablos, y desde luego, la refinada Catrina.
Los manjares dispuestos para el disfrute de aquellos, que como reza el dicho popular, se nos adelantaron en el camino, pero que puntualmente cada 1 y 2 de noviembre en ocasión de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos, regresan para disfrutar de este festín entre vivos y muertos.
No podía faltar el pan de muerto, dulces, tamales y atole, aromas que se mezclan, que hacen única esta fecha, y los pequeños, además de consentir el paladar admiraron la tradicional ofrenda que estaba coronada por el colorido olor del cempazúchitl, fruta, calabaza, chicharrón y otras delicias, y para darle un típico e inconfundible toque mexiquense, una botella de garañona, bebida originaria del Pueblo Mágico de Metepec, e incluso personajes míticos como la Tlanchana, pero esta vez convertida en catrina.
Isis Muñoz Ávila, presidenta honoraria del DIFEM, encabezó esta convivencia y destacó que es la primera vez que esta sede del gobierno estatal abre sus puertas para recibir a niños y niñas mexiquenses que salieron a las calles a pedir su calaverita, pues la intención es que desde pequeños conozcan y practiquen la herencia de sus ancestros, y ellos a su vez lo transmitan a las nuevas generaciones.
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